David López | 675 palabras | 5-6 min
Muchas son las personas que ven de forma negativa el hecho de que un videojuego sea corto o tenga una duración menor que la media. Yo, en cambio, solo veo ventajas y es que llegados a cierta edad algunos seres vivos no podemos invertir mucho tiempo en jugar, ya ves, uno crece y tiene otras cosas que hacer.
Por eso, un videojuego corto, sea del género que sea, es muy positivo ya que te permitirá poder disfrutar de la experiencia completa sin tener que sacrificar otras aficiones o tareas pendientes típicas de un ser humano adulto.
Dependiendo del género del videojuego el tiempo denominado corto puede variar. Por poner algunos ejemplos teóricos a mi modo de ver un juego de plataformas o de acción de corta duración podría durar entre 1 y 4 horas. Si el género fuese casual podría durar entre una hora y dos horas. Si por otro lado el género fuese el de un juego de rol o una aventura gráfica entonces se ampliaría hasta las 6 u 8 horas como mínimo y siempre sin sobrepasar las 15 horas.
Habría que ser muy mal diseñador de videojuegos si conviertes una experiencia de juego de 3 horas en algo repetitivo, monótono y aburrido. Pienso que si el juego está bien hecho podrás disfrutar de cada minuto de duración. Creo con toda seguridad que el diseñador o los diseñadores se centrarían en lo más importante, la parte divertida, dejando de lado rellenos innecesarios en forma de cinemáticas no jugables, elementos de moda o misiones secundarias que solo sirven para alargar la duración y poder justificar un precio tan alto.
Si los diseñadores de videojuego se preocuparan menos de alargar la historia y se centrasen en mejorar cada aspecto de la historia principal, conseguirían que saliese un producto mejor acabado, una experiencia más intensa y redonda.
Algo que debería ocurrir es que si el juego te dura tres o cuatro horas, no es justo que cueste 60 euros. Aunque hay empresas que le meten un online clónico con "jugabilidad ilimitada" y gracias a esa incorporación te prometen que te llevas una ganga. Pero en el fondo lo único que haces es repetir y repetir las mismas acciones mientras la historia, lo que debería salvar esa tediosa repetición de acciones, no cumple y se va diluyendo el interés...
Obviamente si te completas un juego en 3 horas, y cuentas con 10 a la semana para jugar, entonces por esa regla de tres puedes terminarte tres juegos, disfrutando de tres experiencias diferentes. ¿No es acaso un punto positivo?
Aunque es verdad que muchos gamers tradicionales prefieren profundizar y disfrutar de un mismo juego durante horas sin parar. Eso es perfectamente entendible, aunque para mi gusto jamás se debería de invertir más de 50 horas. Sobrepasar ese tiempo es un poco una pérdida de tiempo. Muchos juegos ofrecen una mecánica repetitiva que satisface mucho y resulta difícil de abandonar para los "viciados y enganchados". Un ejemplo de esto son los videojuegos del WOW, LOL, Destiny, Call of Duty, FIFA, Fornite, PUBG, etc.
Con frecuencia o casi como norma, los estudios independientes desarrollan videojuegos que puedas lograr terminarte entre 2 y 10 horas máximo, para mi gusto esto es respetar tu tiempo. Por otro lado, las empresas grandes quieren tenerte enganchado cuantas más horas mejor para ellos ya que con los nuevos sistemas de pago dentro del juego, saben que cuanta más gente esté jugando y durante más tiempo, más ingresos extras podrán lograr. Para estos es cuestión de estadísticas...
El ejemplo anterior es lo que hoy en día se denomina juego como servicio.
Cruzada la línea de las 50 horas, o siendo MUY amables pongamos las 100 o 150 horas, hay que hacer un esfuerzo por jugar menos a ese título y darle una oportunidad a otras propuestas. Te enriquecerán como jugador y descubrirás auténticas joyas.
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