David López | 499 palabras | 3-4 min
Si ayer hablaba del que para mi es el mejor cortometraje que he visto en mi vida: Nuit Blanche, hoy no puedo dejar pasar la oportunidad de opinar sobre el cortometraje de animación español Homeland el cual, no sé si le ocurrirá a todo el mundo, pero a mi, me toca la fibra e incluso me hizo soltar alguna lágrima llegando a la conclusión del mismo.
* Por supuesto, recomiendo verlo en pantalla completa y con auriculares.
En este humilde cortometraje de animación, lejos de la complejidad de la animación 3D de Pixar o incluso los elaborados movimientos y escenarios de la animación japonesa, aprendemos que una historia sencilla sin palabras que se sienta verdadera y tierna, acompañada de una preciosa melodía, es más que suficiente para tener una obra audiovisual magistral que acaricie nuestro lado más humano.
Si hay algo por lo que destaca ese maravilloso corto, es por su profunda sensibilidad. Algo que me apasiona, como ya he mencionado en muchos posts en mi blog, es el arte de transmitir sentimientos a través de la imagen y el sonido sin el uso de las palabras. Cuando esto se consigue y se hace bien, casi de inmediato esa obra se transforma, ante mis ojos, en un trabajo artístico muy especial. Y Homeland lo consigue gracias a la mencionada sensibilidad y su sutileza.
Si ya has visto el cortometraje, adjuntado más arriba, podremos discutir acerca del bonito mensaje que nos presenta la historia de Homeland. Si separamos la fantasía del cortometraje, nos encontramos con el sentimiento de pérdida que debe sentir una madre cuando su hijo se hace tan mayor que su hogar se queda pequeño, lo limita y no le permite crecer como persona. Por tanto, ese hijo/a debe partir a lo desconocido y ese sentimiento de desolación de la madre por perder la compañía de su "hijo" está presente en Homeland.
Su final es bello y descorazonador por igual. Sin duda, Homeland funciona tan extraordinariamente bien siempre gracias a su melodía que acompaña a cada paso de sus dos protagonistas. Cada escena en pantalla está representada por las notas musicales. Realmente me parece fascinante el trabajo de coordinación de Juan de Dios Marfil. Desde el siguiente vídeo entrevista podemos saber un poco más sobre su autor y más detalles de cómo creo la obra:
En la entrevista confirma lo que esperaba y es que trabaja siempre desde la emoción y le da una importancia vital a la pieza musical.
He visto y escuchado mucho, muchísimo. Y puedo arriesgarme a decir que hay pocos momentos de cortometraje u obras audiovisuales que me hayan emocionado tanto.
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