David López | 1114 palabras | 7-8 min
Por fin cumplí mi sueño de participar en una carrera oficial de 10 kilómetros. No es una prueba difícil y prácticamente todo el mundo que empiece a entrenar unos meses antes lo conseguirá sin problemas. Aún así, significa mucho para mi y cada vez que lo recuerdo no puedo evitar sonreír.
A mediados de 2013 surgió en mí el deseo de volver a hacer ejercicio regularmente. Siempre había patinado y meses antes me compré unos patines que corrían mucho. Es en este caso cuando iba a patinar con ellos sentía que no hacía demasiado esfuerzo físico así que decidí probar a correr.
Corriendo, al principio muy lento y poco tiempo, me di cuenta de la diferencia de esfuerzo físico que exigía esta actividad frente a patinar. Pesaba tres o cuatro kilos de más así que decidí tratar de bajar peso corriendo ya que la bicicleta elíptica y patinar no ayudaba del todo.
Además, mientras comenzaba a correr, encontré el libro "De qué hablo cuando hablo de correr" del autor japonés Haruki Murakami, el cual me encanta. Supe por su libro que corría todos los días 10 kilómetros con poco más de 60 años, y me sentí tentando. En su libro relataba como se prepara cuando tiene intención de correr una maratón completa de 42 kilómetros. Me llamó mucho la atención.
No hice un entrenamiento muy serio y planificado, sino que estuve corriendo durante el año dos o tres veces en semana entre 20 minutos y media hora. Como es natural, hubo semanas y sobre todo en meses como julio y agosto donde no pude cumplir. Sin embargo, parece que fue suficiente para llegar a correr los 10 kilómetros a un mes de la carrera, cuando empecé a "entrenar" en serio.
Cuando digo entrenar en serio me refiero a cuidar la dieta, aunque no de forma excesivamente ni estricta. También me refiero a seguir un plan de salidas que tomé de internet y lo ajusté según el tiempo que me quedaba. Fue algo así:
En las dos últimas semanas corrí 10 kilómetros en tres ocasiones porque me sentía en forma y quería ver un poco hasta donde podía bajar el ritmo. Por supuesto, no estoy recomendando seguir mi plan de entrenamiento ya que tuve que ajustarlo y resulta inadecuado con tan poco tiempo de antelación.
Había leído o escuchado hablar sobre la experiencia tan especial que es participar en una maratón, sea del tipo de sea e independientemente de tu objetivo o tiempo. Y... ¡Así fue! Comencé a sentirlo cuando me acercaba a la salida en el Paseo del Parque y contemplaba la enorme cantidad de gente que participaría: trece mil aproximadamente. ¡Nunca había visto tanta gente junta en mi vida!
Me coloqué pronto por lo que empecé la carrera relativamente cerca de la línea de salida. Esto me hizo sentir que iba lento durante los dos primeros kilómetros al ser rebasado por gran cantidad de participantes que obviamente iban más rápido que yo, pero se colocaron más tarde que yo.
Me sorprendió bastante que fuese posible salir sin pisarnos ni estorbarnos demasiado, aunque los primeros minutos fue complicado correr a mi ritmo con tanta gente e incluso tuve que ir trotando sin avanzar o incluso andando lento. Estos primeros momentos pueden resultar "una molestia" al estar tocando codos constantemente con otras personas, pero pasados los dos primeros kilómetros se van creando huecos suficientes como para poder correr cómodamente a tu ritmo.
En general esta sensación me pareció excitante. Por una parte ver tanta gente que te adelanta es un poquito desconcertante y abruma. Por otro lado da gusto adelantar a otros corredores. En cualquier caso mola y mucho ver a la gente disfrutar haciendo ejercicio.
Algo que me di cuenta es que hay ciertos participantes que empiezan muy rápido, recuerdo haberlos visto adelantarme, pero luego entre el kilómetro tres y cuatro los adelanto yo ya sea porque van andando o porque ahora van muy lentos. En ese sentido pienso que es importante conocer y cuidar tu ritmo de carrera. Además cuidar cosas como haber tenido un correcto desayuno y haber hecho tus cosas con antelación...
El peor momento con diferencia fue entre el kilómetro 7 y 8 cuando comenzó una subida bastante pronunciada durante un kilómetro. Aquí estuve tentado a dejar de correr e ir andando, pero me mantuve firme. Aquí pude ver un montón de corredores pararse, así que estoy orgulloso de no haberlo hecho yo.
En honor a la verdad debo confesar que tuve un poco de ventaja al conocer el recorrido. Una semana antes lo recorrí andando rápido. De este modo me preparé mentalmente para cada parte de la carrera, conociendo en qué zonas sufriría y cuáles podría ir relajado.
A poco menos de un kilómetro de la llegada, cruzábamos el túnel que se encuentra entre la Plaza de la Merced y el Paseo de Reding. Allí ocurrió algo que no esperaba y que resultó ser lo mejor de la carrera.
Muchos de los corredores comenzaban a gritar animando a sus compañeros y al estar en un túnel se creó un eco enorme por lo que puedes imaginar lo mucho que se escuchaba. Todo el mundo se vino arriba gritando y a mi en concreto me ayudó para terminar la última parte de la carrera más rápido.
Sin lugar a dudas fue una experiencia magnífica y a poco que te guste el deporte y en especial correr, te invito a que participes en cualquiera prueba al menos una vez en tu vida. Se disfruta mucho y si se consigue terminar, se siente que tanto esfuerzo durante el año mereció la pena. Si puedo, repetiré el año que viene.
Al final no conseguí recorrer los 10 kilómetros en 60 minutos. Pero tampoco fue un desastre para mi con un tiempo de 1 hora, 2 minutos, 53 segundos. Seguramente debería ser un tiempo menor si recuerdo la lenta salida debido a la aglomeración de gente. De todos modos esta vez ha sido la vez que más rápido he recorrido los 10 kilómetros corriendo. Estoy... ¡MUY SATISFECHO! :)
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